SOY DASEIN MUSIK
Te cuento un poco de mí

La pasión nunca muere. Crece y se hace más fuerte
Sigue a tu corazón
Mi pasión por la música se remonta a cuando era un niño. Recuerdo que, con solo 10 años, me quedaba escuchando el programa Bikini Club de Valencia hasta las 4 de la madrugada. Grababa todas sus sesiones en cintas de cassete, de esas de dos caras que a los 30 minutos había que dar la vuelta para continuar grabando. Estoy seguro de que algunos de vosotros ni siquiera las conoceréis. Llegaba a utilizar hasta 4 cintas en una noche. Aún las guardo con muchísimo cariño, cada una con la fecha del programa y el dj de esa noche.
Con estos antecedentes, no tardé mucho en iniciarme como dj. Mi primera oportunidad fue a los 14 años en un pub de mi pueblo natal, Alcantarilla, muy cerquita de la ciudad de Murcia.
Comencé pinchando con discos de vinilo y cds, mezclando todos los estilos que estaban de moda: dance, house y comercial, sonidos que me encantaba combinar. A partir de ahí, poco a poco, fui generando y afianzando mi propio estilo, un estilo que me permitía conectar fácilmente con la pista de baile y que me abrió las puertas de diferentes clubs y pubs, hasta acabar tocando en algunas de las mejores salas de Murcia.
Sin embargo, con 26 años mi vida dio un giro de 180º. Aprobé unas oposiciones y empecé a trabajar como funcionario.
Encontré la estabilidad laboral que tanto deseaba (al menos, eso era lo que yo creía en aquel momento) y dejé de lado la música.
Me dejé llevar, me convencí a mí mismo de que la época de pinchar ya había pasado para mí, de que era una etapa de mi vida con la que había disfrutado mucho, pero a la que tocaba ponerle fin. En definitiva, era el momento de madurar, “sentar cabeza” y hacer lo que a esa edad todos esperaban de mí.
Así fue como me despedí de mi pasión durante 12 años. Me centré en mi trabajo, pero pronto me di cuenta de que no era del todo feliz, me faltaba algo. Y ese algo decidí buscarlo en mi tiempo libre. Me apunté a todo tipo de actividades y deportes, con la esperanza de encontrar alguna afición o proyecto que me enganchase como lo había hecho la música desde que era un niño. Y creedme cuando os digo que lo intenté una y otra vez, pero sin resultado.
Ocupé mis horas con cosas que realmente no me llenaban. Me sentía incompleto, no era yo. Pasaron los meses y también los años, y seguía sin dar con aquello que me devolviese la alegría, que me hiciese sentir pleno, satisfecho y a gusto conmigo mismo. A grandes rasgos, este es el resumen de aquella etapa de mi vida, de la que afortunadamente salí en 2018.

recuperando lo que me hace feliz

Ese año, por fin, me di cuenta de que la solución a todo mi malestar había estado siempre dentro de mí y de que para encontrar el camino que mi corazón gritaba, bastaba con volver a mis raíces, a mi infancia y a recordar mi amor por la música. Solo debía recuperar mi identidad. Solo debía volver a ser yo.
Esa decisión supuso, sin ninguna duda, un antes y un después en mi vida. De inmediato, mi principal propósito se centró en retomar aquello que más me gustaba, pero quería hacerlo de un modo diferente, no solo como dj, ahora también deseaba crear mi propia música. Y me puso a ello. Invertí tiempo y dinero en formación, material y programas, y a principios de 2020 acabé creando mi propio estudio musical en casa. Mi apuesta era firme, ya no había vuelta atrás, y ni tan siquiera el período de incertidumbre en el que entramos dos meses después con el inicio de la pandemia me hizo cambiar de idea.
En mi caso particular, aproveché el confinamiento para continuar mi formación y crear mis primeros temas musicales. Ese fue el comienzo de mi etapa como productor y compositor musical, y desde entonces no hay día que no trabaje en el estudio, ni segundo que no piense en música.
Ya han pasado cuatro años desde que me agarré a lo que más quería para darle sentido a mi vida. A lo largo de este tiempo, he creado mi marca musical y mi propio sello discográfico, he compuesto decenas de temas y grabado mis primeros videoclips. Ha sido un período de mucho trabajo, pero también de un profundo crecimiento profesional y personal y en el que mi ilusión se ha mantenido siempre intacta.
Hoy por hoy, me esfuerzo cada día por ser mejor músico, por aumentar la calidad de mis trabajos y por hacer crecer este proyecto que se ha convertido, prácticamente, en la razón de mi existir.
Por qué Dasein
Ser en el mundo

La elección de Dasein como nombre artístico me llevó más de un mes y medio. Después de darle mil vueltas a la cabeza y de horas y horas de búsquedas, llegué a la conclusión de que esta era la opción perfecta de entre todas las alternativas que barajaba. ¿En qué me basé? Estas fueron mis dos razones:
La primera es que Dasein contiene las iniciales de mi nombre y apellidos: David Serrano Iniesta.
La segunda y más importante, el significado implícito que conlleva y que tiene que ver con una filosofía de vida que yo quiero mantener.
Dasein es un término alemán que significa “existencia” o “ser en el mundo” y con el que se alude a la persona como único ente que vive fuera de sí.
Dasein se utiliza para identificar la relación entre el ser humano y cualquier acción enfocada hacia el alcance de un propósito. También indica su grado de entrega con relación al mundo. Las personas nos entregamos, en la condición de participantes, a favor de la rutina, el trabajo, las costumbres, etc., de tal manera que, cada acción que realizamos es una muestra de entrega y de continua relación con la creación.
En cuatros años he aprendido a producir música, a gestionar mi propio sello, a difundir mis temas en plataformas digitales y a trabajar mis redes sociales. He publicado 6 canciones con sus correspondientes videoclips, que se han colocado en las mejores listas de Beatport. Y mi proyección es el lanzamiento de 6 temas por año. Como ves, durante este tiempo no he parado de idear y desarrollar cosas, y no tengo ninguna intención de hacerlo. Mi entrega ha sido y es constante gracias a la motivación con la que me levanto cada día.
El destino me ha demostrado que nunca es tarde para encontrar nuestro camino. Lo importante es que cuando lo hagamos tengamos la suficiente perseverancia, fortaleza y valentía para no alejarnos de él. Ahí radica nuestra felicidad. No en la meta, sino en el camino recorrido para tratar de llegar a ella. Espero que, como yo, tarde o temprano, tú también puedas disfrutar de tu camino.
